miércoles, 29 de febrero de 2012

Documental: "El esfuerzo y el ánimo", Arantxa Aguirre



El esfuerzo y el ánimo es un documental, protagonizado por la compañía de danza Béjart Ballet Lausanne, la cual siente y padece la pérdida de su gran maestro  Maurice Béjart. Gil Román, heredero indiscutible del Béjar Laussane, necesita demostrarse a sí mismo que es merecedor de tal legado y que es capaz de hacer continuar el arte de la danza, caminando junto a Béjart Laussane con la misma fuerza, espíritu y entusiasmo que Maurice transmitía.

Arantxa Aguirre, directora del documental, nos define su primer largometraje: “El esfuerzo y el ánimo es una película sobre personas que se pelean por salir adelante, no es sólo una película de danza. El documental habla de que la voluntad, las ganas de superarse y el no desfallecer son cosas importantes que ayudan a conseguir cosas impensables”.

Podemos trasladar las imágenes y palabras del documental a la tarea educativa, la pregunta no es cómo sino, por qué. El cómo debería ser obvio: trasladando aquello que impregna el arte a la educación: la belleza, la disciplina, el afán continuo de superación y el no estancamiento. El saber hacer por placer, y no por una imposición superior. El por qué, tal vez sea la pregunta que nos debamos acometer realmente: ¿por qué la danza y la educación? Más aún, ¿por qué el arte y la educación? En nuestra opinión, porque sin arte no hay educación. Esto se puede explicar de varias formas.

Una forma un tanto atrevida y que puede ser entendida con arrogancia (lo que no la convierte en incierta), es entender la educación como un arte. ¿Qué es el arte sino el fruto de un esfuerzo logrado con disciplina, algo admirable, bello y que, en cierto modo, afecta a las personas que lo contemplan? Así debería ser el quehacer educativo. Una serie de acciones programadas con especial esfuerzo, disciplina y con una implicación máxima, pero a la vez, todo lo contrario, el desorden de la creatividad, dejar las cosas a definir por la imaginación, como se ve en el documental: “Al principio es un niño que se levanta y baila, luego un bailarín que suda y se esfuerza y al final un niño que se levanta y baila”.

Por otra parte, podemos entender el arte por y para la educación, como una gran fuente de transmisión cultural, nuevas formas de expresión de las emociones, como nexo entre la educación y la cultura.

Por último, podemos entender el arte como la imagen de la ciudad. Una de las cosas que vemos en el documental es cómo Gil Román se ve con la responsabilidad de llevar a cabo una obra con la que  implica no solo a la compañía, entre lo que alumnos se refiere, sino que se crea una red ciudadana que otorga responsabilidades tanto para el municipio y sus ciudadanos con la compañía como para la compañía con el pueblo, su público, de una u otra forma se deben a ellos.

Después de lo expuesto, la pregunta que se nos suscita es otra bien distinta a la que nos planteábamos en primer término, aunque sólo cambie una palabra: ¿qué motivos hay para NO ligar el arte con la educación?